El palmesano Pedro Pérez Casanova ha plasmado el embrujo de los cafés cantantes de antaño en la imagen que identificará la XXVI edición del Festival Nacional de Folclore del Campo de Cartagena, en el que es autor del cartel oficial desde su origen. Artista inquieto y muy demandado, ha sido el autor del cartel del certamen nacional de saetas de La Piedad, ha expuesto las últimas semanas en Granada y en Murcia, y acaba de inaugurar otra muestra de sus pinturas en Suecia.
Ante todo, debo de reconocer que tengo una especial debilidad por el arte de Pedro Pérez Casanova desde hace muchos años, incluso antes de conocer a la (buena y cercana) persona. Sin embargo, también debo de admitir que el arte que brota de su mente (vía manos) es también elogiado por muchas personas (los premios que acumulan ahí están), con lo que se reafirma que no soy un 'bicho raro' en el asunto de los gustos y se demuestra que su nombre tiene sillón en la academia artística de Cartagena, de la Región de Murcia y de mucho más allá.
Vayamos a su última obra, el cartel del certamen nacional que el Grupo Folklórico ‘Ciudad de Cartagena’ presentó, como es tradicional, en la clausura de la cita anual del café cantante de La Palma, en un acto que contó con la presencia de la consejera Noelia Arroyo, del concejal David Martínez y del presidente de la Junta Vecinal, Pedro Obradors, junto a la gran familia de los paladines del folclore cartagenero. La temática para el festival que tendrá lugar en julio son los café cantantes que antaño proliferaban por nuestra geografía, cuyo ambiente ha plasmado Pérez Casanova en un ambiente de semipenumbra (el juego con la luz está en su ADN), como era típico de estos locales. “Cuando me encargan un tema, lo primero que hago es documentarme hasta que la imagen va tomando forma en mi cerebro, para después tratar de plasmarla en el lienzo”, explica el artista, quien otros años ha reflejado el folclore, los bolos, el trovo, la palmera, etc. ¿De cuál de ellos se siente más satisfecho?, le preguntamos. “Especialmente de ninguno y de todos, pues siempre he tratado de hacerlo lo mejor que he sabido. Sí sucede en alguna ocasión en que te plantean una temática y te quedas un poco a cuadros, como cuando me dijeron de pintar los ritos funerarios del Campo de Cartagena, pero al final se consigue”.
La Casa del Folclore de La Palma es también una especie de muestra de la evolución artística de Pérez Casanova, pues figuran sus carteles desde hace 26 años, “para bien o para mal”, apunta. Tantos años no le han mermado interés en este terreno, afirma: “En absoluto, para mí sigue siendo un gran honor, pues es mi pueblo, mi gente y siempre han confiado en mí, por lo que intento darlo todo en la medida de mis posibilidades y que siga siendo un reto año tras año”.
Unas veces por su espíritu inconformista y otras porque su arte es muy demandado, el caso es que la actividad del pintor palmesano es muy intensa. “Unas veces te lían y otras me lío, es cierto, pero también está claro que es mi trabajo”, explica.
Basta mirar este principio de año para reforzar lo que hemos expuesto, además de recordar que forma parte del colectivo ‘Artnostrum’ y que es el autor del cartel del concurso nacional de saetas que organiza la agrupación marraja de Portapasos de la Virgen de la Piedad en las cinco ediciones celebradas.
Del 2 de febrero al 1 de marzo ha llevado a cabo la exposición ‘Metáforas de la realidad’ en la galería de arte ‘Ceferino Navarro’ de Granada, con una treintena de obras de sus típicos y representativos paisajes urbanos de suelos húmedos, combinados con una variedad de rincones de Granada, desde la Alhambra a la fachada de la iglesia de Santa Ana, pasando por detalles del paso del tiempo en algunas fuentes locales.
En tierras granadinas fue objeto de una entrevista radiofónica, donde también habla de sus orígenes en la pintura artística, en lo que tuvo gran influencia su trabajo como rotulista de vehículos, recibiendo muchas peticiones sobre diseño, “y me vi abocado a la pintura, estudié diseño gráfico y acabó en este mundo”, para después desvelar que en la actualidad sigue estando muy atraído por “variar y experimentar” en sus trabajos. El programa se puede escuchar:
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La nueva sala cultural de El Corte Inglés, en Murcia, ha albergado del 21 de febrero al 7 de marzo, la muestra ‘El color de su murada’, donde el palmesano ha ofrecido un abanico de posibilidades, sus paisajes urbanos, casi ya un sello en su carrera, así como el paso del tiempo, que es también otra constante reflejada por sus pinceladas. En esta muestra se aproximó a Roma, donde sus cúpulas coronan los cielos con su característica bruma como de ensueño. Se pudo ver la monocromia en una selección de obras de diferentes estilos y formatos, desde pintura abocetada y muy sugerente y paisajes desdibujados, en los que la luz sigue siendo principal protagonista.
Lo más reciente ha sido la puesta de largo de la exposición inaugurada el 30 de marzo en ‘Galleri Hultman’, en Suecia: