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jueves, 14 de marzo de 2024

La indefinición y retrasos de Adif para quitar tres pasos a nivel desatan quejas vecinales en Cartagena.

Explicaciones. Esto es lo que reclaman los vecinos de Pozo Estrecho, La Palma y de Alumbres ante la indefinición y los retrasos continuos por parte de Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) para eliminar los pasos a nivel que limitan y hacen peligrar su movilidad. El que hay entre las localidades galilea y palmesana salió a contratación en el año 2019 y los de El Abrevadero y La Hoya, ambos en la zona de Alumbres y pertenecientes a la antigua línea del Ferrocarril de Vía Estrecha (Feve), que conecta Cartagena con Los Nietos, en el año 2017. De ambos proyectos nada se sabe desde que en el año 2020 Adif asegurara que ultimaba estas iniciativas.

Pasado el tiempo, los vecinos quieren explicaciones sobre estos retrasos y exigen conocer si las obras saldrán adelante este año, ya que los tres pasos formaban parte de su plan estratégico 2016-2024. Estos tres contratos están incluidos en las actuaciones previstas por Adif para la supresión y mejora de la protección de pasos a nivel en la Red Ferroviaria de Interés General. El objetivo es incrementar las condiciones de seguridad de las infraestructuras de transporte, tanto para los ciudadanos como para las circulaciones ferroviarias.

La presidenta de la Asociación de Vecinos de Pozo Estrecho, Susana García, aseguró que se trata de un «problema de gran embergadura», porque «nos jugamos la vida: mayores, niños, ancianos y también personas con movilidad reducida». Es su única vía de comunicación con La Palma, donde muchos vecinos trabajan.


Mercancías peligrosas

«Lo mires por donde lo mires no tiene nombre, máxime teniendo en cuenta que se trata de una vía por la que circulan cada día mercancías peligrosas», añadió esta representante vecinal. A ello hay que sumar la esperas que tienen que soportar cuando un convoy pasa por el vial. Además, los vecinos denuncian que se trata de un paso a nivel que se estropea con regularidad. Las barreras quedan en lo alto y eso crea confusión entre los conductores que pretenden cruzar, lo que aumenta la inseguridad en la zona.

Este enclave ha sido escenario de diversos accidentes, algunos de ellos mortales. El último ocurrió en febrero de 2017, cuando un tren regional que se dirigía a Murcia arrolló una furgoneta que se quedó parada en mitad de las vías por un fallo técnico minutos antes de que bajaran las barreras de seguridad. Su conductora y única ocupante tuvo tiempo de abandonar el vehículo. Este se encuentra protegido mediante semibarreras enclavadas y está a 232 metros de la estación de Pozo Estrecho en dirección Murcia.

Una situación similar ocurre en El Abrevadero, en la zona de Alumbres, un paso perteneciente a la línea del Ferrocarril de Vía Estrecha (Feve), que conecta Cartagena con Los Nietos. Está en el punto kilométrico 4,105. Muy cerca de este está el de La Hoya. En ambos en los últimos años también hubo percances. En el segundo, la conductora de un vehículo resultó herida en enero del pasado año al colisionar la furgoneta que conducía con el tren. El turismo quedó practicamente destrozado. Afortunadamente, las heridas de la mujer no revistieron gravedad.

Desde la Federación de Asociaciones de Vecinos de Cartagena, su vocal de Infraestructuras, Antonio Molina, cree que además de esos tres hay que dar solución al resto de pasos que hay en Cartagena: otros seis. Es más, reivindicó el pacto alcanzado en el año 2007 entre el Ayuntamiento, los vecinos y Adif, en el que estaba previsto mejorar la seguridad de todos.


Otros seis pendientes

Mientras el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) sigue dando pasos en la compleja tramitación para quitar tres de esas barreras, aún tiene pendiente eliminar otras seis, donde, como en los anteriores, ha habido accidentes, algunos de ellos mortales. Se trata de Los Mateos, Vista Alegre, dos en Los Partidarios, el de la estación de La Unión y Los Nietos.

En Alumbres también esperan el proyecto que saque las vías fuera del pueblo desde hace décadas

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana también tiene pendiente desde hace casi un lustro que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) desvíe la línea de mercancías a la altura del núcleo urbano de Alumbres. El objetivo principal es reducir el riesgo de accidentes que el paso de los convoyes supone para esta localidad, cuya diputación tiene unos 3.500 habitantes.

Hace más de cuatro años, el Ministerio aseguró que estaba ultimando los estudios técnicos del desvío, cuyo coste calculó en 175 millones de euros. Hace un par de meses, a preguntas de LA VERDAD, fuentes de ese departamento indicaron que aún seguía en tramitación.

Esta inversión incluiría alejar también las vías de la ciudad de Cartagena, donde están muy cerca de varios barrios, entre ellos Torreciega y Las Seiscientas.

Los alumbreños exigen desde hace más de dos décadas que el ferrocarril entre a Escombreras por La Parreta, un entorno minero ubicado en la carretera de La Unión, en el cruce antes de la rotonda que conduce a Alumbres. O, en su defecto, que los convoyes de hasta treinta vagones, que van a la refinería, rodeen el pueblo en su totalidad y pasen por el paraje de La Esperanza, a unos tres kilómetros de las casas.

Se trata de una reivindicación vecinal compartida también por asociaciones empresariales, entre ellas la de Escombreras, e instituciones desde hace más de 30 años.


Multiplicar por seis

Los vecinos de Alumbres creen que no debería retrasarse más el atender esta demanda, ya que existe la previsión de que el número de convoyes se multiplique por seis, gracias a la modernización de los accesos al Valle de Escombreras y a su terminal por parte de Adif y de la Autoridad Portuaria.

Fuente: Diario La Verdad.

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