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miércoles, 13 de abril de 2011

Entrevista a Pedro Diego Pérez Casanova.


Pedro Diego Pérez es palmesano; aunque circunstancias de las emigraciones laborales de otras épocas hicieron que viese la luz en Cataluña, pero pronto vino a la tierra de su familia, La Palma. Aquí encontró también la media naranja de su vida, María, con quien tiene dos retoños. Sus cuadros se han colgado en importantes galerías y salas de exposiciones de la Región. Temas como la luz, los sueños, paisajes y bodegones siempre están presentes en su obra. Es un pintor consagrado, de los pocos que pueden decir vivir del arte. Una de sus obras será el cartel del XIX Festival de Folclore de la Comarca de Cartagena, que se celebrará en verano.

- ¿Qué mensaje quiere transmitir con el cartel que ha realizado para el festival de folclore?

- El tema que me comunicaron era el vino y todo lo concerniente a él, con lo que en principio contaba con un extenso abanico de posibilidades, un tema tal se puede abordar directa o indirectamente desde múltiples ángulos. En su génesis, en escuetos trazos de grafito el cartel tuvo enfoques bien distintos, uvas, copas, porrones, botellas, vendimiadores, etcétera; pero ya descartando y seleccionando en función de criterios artísticos como de otra índole diversa, no sé si con mas acierto o menos opté por una bodega.

- ¿Qué es para usted una bodega al trasladarla al lienzo?

- La bodega que he pintado no es un escenario concreto sino imaginario, una recreación, un recuerdo de algunas bodegas que en mi niñez pisé y que en mi retina me dejaron un poso de añorados recuerdos, sentimientos y ese peculiar olor que casi aun puedo sentir inundando aquel espacio sombrío, silente, casi monacal.

- ¿Qué es para usted la luz?

- Bastante; ahondando en reflexiva dialéctica podríamos bordear lo filosófico, pero en otra versión mas dulce podríamos convenir en que «la luz es fuente de vida» que podría decir un botánico y apostillar un nórdico. No todos mis temas están impregnados de luz pero reconozco que siento una irremediable atracción hacia la misma de la cual curarme no puedo; ella es la sabia moduladora de formas, la que procura misteriosas sombras o la que imprime un hálito de vida a la inerte materia.

- ¿Se puede dar vida a la naturaleza muerta en los bodegones?

- El término naturaleza muerta siempre me resultó inapropiado, muerto está para mi lo que nunca llegó a existir, en todo caso hablaría de naturaleza aletargada susceptible de reavivarse en cualquier momento. Cualquier objeto solo o en acertada conjunción con otros elementos puede, si se le sabe buscar, tener su momento de gloria visual, vida o como convengamos en llamar.

Fuente: Diario La Verdad.

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