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jueves, 10 de septiembre de 2020

Quejas de los padres de La Palma por los defectos en el nuevo aulario del colegio.

Si ya de por sí el inicio del curso iba a ser un quebradero de cabeza para los padres de La Palma por el coronavirus, ahora, con las múltiples deficiencias halladas en el nuevo aulario, lo será aún más. Por eso, un grupo de madres celebró ayer una concentración frente a la puerta principal de la escuela. Protestaron por el estado «inacabado» del nuevo pabellón de quinto y sexto de Primaria, la falta de profesores para comenzar el curso y la cercanía al centro de salud de una de las puertas de entrada y salida de niños habilitadas este año para evitar aglomeraciones.

La Consejería de Educación invirtió 810.000 euros en ampliar el colegio Santa Florentina, para así eliminar las tres aulas prefabricadas instaladas en el patio y disponer de nuevos espacios. La obra fue recepcionada a finales del curso pasado y, a partir del próximo lunes, los alumnos comenzarán a usar las nuevas instalaciones.

Pero, tras un recorrido por ellas, los padres han encontrado media docena de desperfectos que, en algunos casos, «ponen en riesgo la vida de nuestros hijos», explicó ayer a LA VERDAD, una de las portavoces de la Asociación de Padres y Madres de Alumnos (Ampa), Ana Rosa Moya.

La Consejería de Educación se compromete a subsanar los desperfectos lo antes posible y a enviar más dinero al centro

Con solo un aseo

Se quejan de que hay una rampa que conecta la planta baja con la primera y que carece de barandilla. «Solo hay un muro al que un niño puede subirse y caer desde una altura de tres o cuatro metros», cuenta esta madre. También denuncian que en varias clases los cables de la instalación eléctrica del techo están al descubierto y que otro quedó olvidado en una ventana de fácil acceso para los niños. Protestan porque hay barandillas muy bajas que separan zonas de paso de una caída de cuatro metros.

Otra de sus quejas es que debajo de la escalera de subida al primer piso, la empresa encargada de las obras no tapó el hueco. Ahora, «cualquiera que pase por debajo puede darse contra ella», añade Ana Rosa Moya. Por último, no entienden cómo un aulario nuevo solo tiene un aseo y está instalado en una zona del patio alejada de las aulas.

Fuentes de la Consejería de Educación indican que sobre las barandillas, el equipo técnico ya ha terminado la memoria justificativa del presupuesto para cerrarlas; y que al centro será enviada una cantidad, que no fue detallada, para que una empresa tape los huecos. Sobre los cables, según las mismas fuentes, señalan que «suponen un peligro y que los taparán».

Para la vuelta al colegio, las madres también exigen una disminución de la ratio por aula y la contratación de más profesorado para desdoblar las clases.

Fuente: La Verdad de Cartagena.





















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