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martes, 23 de julio de 2013

Explosión en una gasolinera de La Palma.

«¡Estoy mal!, ¡estoy muy mal!». Fue lo primero y casi lo único que le oyó decir al operario malherido de 44 años la primera persona que le atendió, el dentista Antonio Saura, que le puso gasas sobre las quemaduras de segundo grado que cubrían el 80% de su cuerpo. «Estaba en mi consulta, oí un petardazo y pensé que era un accidente de tráfico. Enseguida escuché los '¡Ay!, ¡ay!' de dolor y, al salir, vi al herido, tendido junto a una furgoneta», explicaba este médico estomatólogo, cuya consulta está a la vuelta de la esquina del lugar de los hechos.
 
El accidente laboral de este trabajador, tras la explosión del depósito subterráneo de la gasolinera en la que trabajaba, en La Palma, le mantenía, al cierre de edición, en estado gravísimo, con quemaduras de segundo grado en el 80% de su cuerpo, según fuentes del Servicio Murciano de Salud. Los doctores de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de La Arrixaca, al que fue trasladado, le mantenía sedado, para evitarle los intensos dolores.
 
Los hechos tuvieron lugar media hora después del mediodía en la estación de servicio en desuso que hay frente al colegio público Santa Florentina de la diputación, junto a la carretera de salida hacia Pozo Estrecho. Las gravísimas lesiones del operario fueron la principal consecuencia de la deflagración del gas. Pero el estallido fue tan violento que ensordeció a un empleado de un banco cercano, causándole una hemorragia en un oído, además de arrancar un fragmento de la parte inferior de la marquesina de la gasolinera. Asimismo una mujer de 62 años, testigo del suceso desde la puerta de un taller mecánico cercano, sufrió una crisis de ansiedad.
 
El hombre que se llevó la peor parte esperó más de veinte minutos la llegada de la Unidad Medicalizada de Emergencia (UME) del 061, destinada en La Manga como parte del dispositivo de verano. Los otros dos afectados fueron conducidos al Hospital de Santa Lucía en sendas unidades de Protección Civil. Al parecer, el resto de ambulancias de los alrededores se encontraban ocupadas.
 
Semidesnudo
 
Lo primero que pensaron quienes viven y trabajan en los alrededores de la gasolinera es que el ensordecedor ruido que escucharon a las doce y media de la mañana lo había causado un accidente de coche. «Sonó como un golpe fortísimo, más que como una explosión», comentó Antonio Saura. Lo mismo pensó, Miguel López, que estaba en la caja de la sucursal bancaria anexa. Fue al girar la vista y mirar por la ventana cuando se dio cuenta de lo sucedido «Vi a un hombre que salía del agujero del subterráneo de la gasolinera entre una columna de humo. Estaba semidesnudo», explicó.
 
El trabajador accidentado se quitó las gafas con las que trabajaba y corrió a la furgoneta a ponerse unos pantalones para cubrirse. Entonces llegó hasta él Antonio Saura para prestar los primeros auxilios. «Las quemaduras le afectaban casi todo el cuerpo, incluida la cara y el cuero cabelludo. No quise darle calmantes. Me limité a aplicarle todos los apósitos que pude y a seguir las instrucciones del 112, con el que me comunicaba por teléfono móvil».
 
La primera unidad de Emergencia en llegar pertenecía a los Bomberos. Casi al mismo tiempo se presentaron allí los efectivos de Protección Civil, que colaboraron en envolver al herido en las manta con gel antiquemaduras y tomaron conciencia de la extensión de las abrasiones cutáneas que sufría en piernas, brazos, partes nobles, tronco y cabeza. En cuanto estuvo estabilizado fue trasladado a La Arrixaca.
 
Hasta el surtidor también acudieron Policía Local y Guardia Civil para acordonar el perímetro. Tras controlar la situación y trasladar a los heridos, la Policía Judicial se hizo cargo de la investigación de lo sucedido, para aclarar la procedencia del gas que estalló en la deflagración.
 

Fuente: Diario La Verdad.
 
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