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viernes, 21 de diciembre de 2018

Navidad sostenible y reivindicativa en La Palma.

El árbol de Navidad que luce en la plaza central de La Palma no es un majestuoso abeto con luces led y grandes bolas de colores, sino una estructura de madera recubierta de botellas de plástico rosa, azul y trasparente. El belén tampoco está compuesto por barrocas figuras de barro, sino por unas donadas por una vecina extraídas de una caja olvidada en un trastero. Los adornos de las plantas de las jardineras no ganarán ningún concurso, porque son estrellas hechas con el cartón de tetra briks y CDE, pero servirán para crear un ambiente festivo durante estas fechas. Ante la falta de decoración navideña, un grupo de vecinos se ha unido para engalanar la plaza Manuel Zamora, más conocida como del Sagrado Corazón, utilizando solo materiales reciclados y donados. «Hemos querido darle una imagen navideña a una zona deteriorada por la falta de arreglos e inversión», dice la coordinadora de esta iniciativa, Ana Belén Ramón.

Más de una veintena de voluntarios pertenecientes a la recientemente creada Agrupación Vecinal de La Palma, un colectivo sin ánimo de lucro formado solo para debatir en redes sociales los problemas del pueblo, han participado en este proyecto.

«Es solo el principio. El año que viene queremos involucrar a más personas y ampliar el radio de acción. Ahora nos hemos centrado en la plaza del pueblo, pero la próxima Navidad lo organizaremos todo con más tiempo», añade Ramón.

Ilusión y creatividad

Para llevar a cabo esta idea artística, el grupo contó con las aportaciones de decenas de vecinos. Con envases de plástico, cables, palets, bolas y coronas de Navidad, yeso, pintura y algo de tiempo, además de una dosis importante de ilusión y de creatividad, ha sido capaz de dar un ambiente diferente al pueblo.

La idea surgió cuando Ana Belén, navegando por internet, vio que los vecinos de un pueblo andaluz habían adornado sus calles y plazas con materiales reciclados. Entonces, lo compartió con los integrantes de la agrupación «y a todos nos pareció muy buen iniciativa», explica. Además, pidió autorización a la Junta Vecinal y apoyo a diferentes colectivos «y enseguida nos pusimos todos manos a la obra», añadió.

El árbol está hecho con más de un centenar de botellas de plástico de diferentes colores, sobre una estructura de madera construida con palets. Está anclado al suelo con yeso y en su parte superior, para resaltar, cuelgan botellines de yogur líquido. En los alrededores, las zonas verdes están adornadas con estrellas plateadas fabricadas con tetra briks, que también han sido utilizados para simular paquetes de regalos. «Para decorar los árboles hemos usado CD y otros adornos realizados con cartón, como estrellas y coronas. También tenemos un belén con media docena de figuras, donadas por una vecina», señala Toñi Pérez, otra voluntaria.

Se han inspirado en el arte Povera, que «fue creado por un artista italiano que usaba materiales pobres, como paja, arena, piedras, ramas en sus creaciones», detalla María del Carmen Casanova.

El lema escogido por los organizadores para dar nombre a esta iniciativa es 'La Palma existe: acción rural'. No es el primer año que los vecinos de esta localidad exigen más adornos al Ayuntamiento. Al ver que tan solo han instalado media docena de luces, este año han decidido a cambiar esta situación y hacer que La Palma viva una Navidad como en el centro de la ciudad.








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