La primera procesión de La Palma se vio enriquecida en esta ocasión por las saetas de Francisco Pedreño en un cortejo que concluyó con el encuentro del Cristo y su madre ante la iglesia.
La Palma acoge las procesiones satélites más recientes de Cartagena, pues fue en el año 2009 cuando se estrenaron el Martes y el Sábado Santo. "Se habían celebrado procesiones de forma irregular en las décadas de los años cuarenta y cincuenta del pasado siglo, para después estrenarse en 1993, con Eduardo Rueda como párroco, un vía crucis que fue caldo de cultivo en el espíritu procesionista del pueblo, siendo hace cuatro años cuando, con el sacerdote Emilio Sánchez Espín, se estrenaron esta procesión y la de las Ánimas de la madrugada del sábado", explica José Sánchez Conesa, palmesano e historiador de las costumbres del Campo de Cartagena.
Abel Rosa, el párroco de la iglesia de Santa Florentina, se ha estrenado en esta procesión con la oración que ha compartido con los procesionistas dentro de la iglesia. A continuación se ha puesto en marcha el cortejo, mientras la banda musical de San Félix hacía sonar junto a la puerta el himno de España. Cristo Crucificado, llevado por doce portapasos mixtos (hombres y mujeres) va en primer lugar, abriendo paso a la Virgen Dolorosa, que llevan 22 mujeres sobre sus hombros. A escasos metros de la salida se ha escuchado la primera de las saetas ofrecidas por Francisco Pedreño, que e han repetido en diferentes puntos del recorrido. El desfile, al alcanzar la farmacia del pueblo, se ha dividido, tomando caminos distintos el Crucificado y la Dolorosa, que después han vuelto a encontrarse ante la iglesia, en otro de los momentos muy especiales en el epílogo de una procesión que cuida las singularidades de la Pasión cartagenera en el desfilar y vestuario, junto a un fuerte sentimiento y brillantez que los espectadores, en elevado número, han recompensado con sus aplausos.
La Palma acoge las procesiones satélites más recientes de Cartagena, pues fue en el año 2009 cuando se estrenaron el Martes y el Sábado Santo. "Se habían celebrado procesiones de forma irregular en las décadas de los años cuarenta y cincuenta del pasado siglo, para después estrenarse en 1993, con Eduardo Rueda como párroco, un vía crucis que fue caldo de cultivo en el espíritu procesionista del pueblo, siendo hace cuatro años cuando, con el sacerdote Emilio Sánchez Espín, se estrenaron esta procesión y la de las Ánimas de la madrugada del sábado", explica José Sánchez Conesa, palmesano e historiador de las costumbres del Campo de Cartagena.
Abel Rosa, el párroco de la iglesia de Santa Florentina, se ha estrenado en esta procesión con la oración que ha compartido con los procesionistas dentro de la iglesia. A continuación se ha puesto en marcha el cortejo, mientras la banda musical de San Félix hacía sonar junto a la puerta el himno de España. Cristo Crucificado, llevado por doce portapasos mixtos (hombres y mujeres) va en primer lugar, abriendo paso a la Virgen Dolorosa, que llevan 22 mujeres sobre sus hombros. A escasos metros de la salida se ha escuchado la primera de las saetas ofrecidas por Francisco Pedreño, que e han repetido en diferentes puntos del recorrido. El desfile, al alcanzar la farmacia del pueblo, se ha dividido, tomando caminos distintos el Crucificado y la Dolorosa, que después han vuelto a encontrarse ante la iglesia, en otro de los momentos muy especiales en el epílogo de una procesión que cuida las singularidades de la Pasión cartagenera en el desfilar y vestuario, junto a un fuerte sentimiento y brillantez que los espectadores, en elevado número, han recompensado con sus aplausos.
Fuente: Diario Cartagena de Hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario