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jueves, 27 de septiembre de 2018

El antagonismo por el cementerio de La Palma entre Obispado y vecinos se acrecenta.

La iglesia palmesana se vio desbordada anoche con cientos de personas que acudieron a la cita convocada por la diócesis de Cartagena para dar explicaciones sobre la inmatriculación que ha llevado a cabo con las tumbas del camposanto, pero la exposición no convenció y la mayoría de los asistentes salieron con la impresión de que se precipitó el final del encuentro al no gustar las preguntas que se plantearon y mantienen la sensación de haber sido engañados por la Iglesia en este asunto, por lo que han convocado una reunión para este viernes con el objeto de dar forma a su movilización contra esta unilateral decisión.

Antagonista es quien se opone a algo. En este caso, los propietarios (así figura en sus títulos) de tumbas se oponen a la decisión adopta para el cementerio de La Palma por la diócesis de Cartagena (propietaria según figura en escrituras) y viceversa, la Iglesia rechaza los argumentos de los vecinos. Desde que se conoció que con fecha 14 de enero de 2015 la propiedad del histórico camposanto fue tramitada por el Obispado ante el Registro de la Propiedad número 4 de Cartagena se ha producido un estallido. Hace unas fechas a un encuentro reducido llegaron doscientos afectados. Anoche, en la cita convocada por la Iglesia dentro de su parroquia para dar explicaciones, la cifra se duplicó, al menos, pues se llenaron todos los huecos del interior (pese al calor) y bastantes personas se quedaron en la calle. Este tema interesa… y escuece. Hubo, incluso, asistentes que captaron fotos con sus teléfonos móviles y quienes estuvieron emitiendo en directo para algunos que no pudieron acudir. 

Los dos delegados enviados por la diócesis que dirige monseñor José Manuel Lorca Planes se mostraron conciliadores y ofrecieron una detallada exposición a los asistentes, apoyada en imágenes proyectadas en una pantalla. Comenzaron indicando que las iglesias y los cementerios son “los dos lugares sagrados” y sobre los segundos apuntaron que los ayuntamientos “a veces no cuidan como debieran los situados en las diputaciones, haciéndose cargo la Iglesia”. Después se centró en este tema, afirmando: “Se ha hecho un castillo de naipes sobre informaciones falsas”.

A continuación, se fueron proyectando los documentos que respaldan sus argumentos. “Una primera escritura se fecha en el 20 de diciembre de 1874, cuando un notario otorgó escritura de Cruz Gómez Legaz a favor del entonces párroco, José Romero, para la primera ampliación del cementerio. Una siguiente ampliación tuvo lugar ante el notario de la calle Jara en 1976”, indicaron, además de referirse a los reglamentos del cementerio parroquial de La Palma de los años 1900 y 1948, junto a otro de fecha 26 de junio de 1889. “el cementerio está construido por fondos de la parroquia y es de su exclusiva propiedad”, aseveraron los delegados diocesanos, remarcando que en el artículo 25 se recoge: “Ningún terreno podrá ser vendido, cedido ni traspasado, sino a título de herencia. Después, en el reglamento de 14 de febrero de 1948 se recoge que se expedirán títulos de cesión siendo siempre el cementerio parroquial”. Otro documento aludido fue la escritura de compra-venta de 9 de noviembre de 1976 “para un terreno adquirido por el Obispado de Cartagena para ampliar el cementerio. Está claro que desde siempre ha sido propiedad de la parroquia de Santa Florentina”. En ese momento, un sector minoritario del público asistente aplaudió la afirmación que se acababa de efectuar. 


Los convocantes siguieron diciendo que con el sistema de “inmatriculación pensamos que era la forma más rápida de solucionar la ausencia de la primitiva escritura que fue quemada en la Guerra Civil, reiterando que más del 70% es propiedad de la parroquia y que se ha creado “un burbuja en torno a este tema, pues los títulos se han cambiado por otros similares y en términos equivalentes a la cesión a perpetuidad”. En esta última palabra hizo énfasis el asesor jurídico del Obispado, refiriéndose a que los títulos de propiedad que tienen los vecinos la recogen así: “… poseedor a perpetuidad de la parcela número…”. 

Afirmaron que la Iglesia “nunca ha actuado contra el pueblo”, que en la Región de Murcia el Obispado tiene “más de un centenar de cementerios parroquiales, algunos porque ni los quieren los ayuntamientos” y que un cementerio “no se puede dividir ni nadie ha hecho una escritura de segregación nunca en La Palma”.

Después se entró el turno de promesas, indicándose al principio que no había prisa y que todos podrían preguntar. José se dirigió a los ponentes para recordarles que el Papa Francisco ha criticado que uno “de los males de la Iglesia ha sido el clericalismo” y exponer que este tipo de explicaciones “se tenían que haber dado años atrás y no ahora”. El vicario de la zona dijo que en enero de 2016 tuvo una reunión con representantes de las juntas seglares de los cementerios. 

Carlos, por su parte, abogó por quitar “la paja del grano” en las exposiciones de este acto, indicando que la clave está en que no es lo mismo “título de propiedad que título de derecho de enterramiento”, indicando que en los documentos que obran en su poder por un panteón familiar adquirido en 1910 hay diversas referencias como ‘propiedad’, que están firmadas por el párroco. También señaló que una propiedad se puede traspasar a otra persona, pero no un derecho a enterramiento. Preguntó al abogado del Obispado si era lo mismo y la respuesta fue que todos “podrán seguir enterrando a sus familiares como han hecho hasta ahora” y que se mantiene el derecho de uso, pero sin concretar la diferencia entre ambos conceptos. 


Después, Pedro preguntó que una persona sin familia fallece, puede traspasar ese derecho a otra persona. La respuesta fue que no, surgiendo entonces un murmullo que quedaba claro que la propiedad es ahora de la Iglesia y de los vecinos. Una mujer insistió al leer uno de los puntos de los nuevos títulos de derecho de enterramiento, en el que aparece “ningún titular del derecho personal de uso… Está claro que ahora no somos propietarios”. Otro comentario vertido fue que la Iglesia podría se la propietaria y que los vecinos le podrían haber adquirido parcelas en propiedad, como reflejan los títulos. Es decir, propiedades dentro de una propiedad. 

El encuentro comenzó (y es de elogiar) con puntualidad a las 20 horas y una hora más tarde los convocantes anunciaba que concluía, pese a que varios asistentes pedían turno de palabra, y que quien quisiera explicaciones se les darían de forma individual. Se levantó con esa intención el concejal Francisco Martínez, de Cartagena Sí Se Puede, pero no lo dejaron, escuchándose entonces un grupo gritar: “¡Dejarlo hablar, dejarlo hablar…!”. No sirvió para nada. Los comentarios de muchos asistentes mientras salían de la iglesia reflejaban el malestar: “No es lo mismo hablar ellos solos que responder a preguntas que no gustan”, decía una mujer. Otros señalaban que nadie tenía que haber acudido a esta reunión, “pues la convocan en su iglesia para dirigirla y cortarla cuando les convenga”. También se apuntaba que, al ver que no habían convencido al grueso de afectados, “prefieren hacerlo de forma individual… Divide y vencerás, como se dice”. También se escucharon palabras como "premeditación", "engaño" y "robo".

Fuera, en el exterior, hay que destacar al representante jurídico del Obispado, que no dudó en estar respondiendo a las cuestiones que le planteaban un buen número de vecinos. Esta persona reconoció que todos “estamos sujetos a la Justicia”, y ahí parece que podría culminar todo este conflicto, pues parece que unos y otros están convencidos de sus argumentos y de los documentos de que disponen. 

Los afectados están convocados para este viernes, a las 19 horas, en el centro cívico de La Palma para valorar el encuentro del miércoles y decidir el camino a emprender. 






Fuente: Noticias La Sexta.


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